jueves, 26 de julio de 2007

Aikido, la Esencia


Este es el concepto que el fundador quiso dar al arte creado para la reconciliación y el entendimiento.

AI KI DO como refleja sus caracteres es sinónimo de armonía con el Universo, es decir con uno mismo y con todo aquello que nos rodea.

Morihei Ueshiba describió perfectamente lo que era el Aikido cuando al despedir a uno de sus primeros alumnos europeos en el aeropuerto de Tokio, después de haber pasado una larga temporada practicando en el Hombu Dojo le dijo, ¡¡ Ah !! y no olvide que el Aikido es amor.

Este amor preconizado por Morihei Ueshiba en cada una de sus intervenciones, no era más que el principio de lo que él consideró como el camino de la esencia.

Las técnicas desarrolladas y practicadas durante años, muestran el camino para coseguir desarrollar la propia evolución del Aikido interno que cada cual lleva consigo mismo.

Las formas compuestas por posturas correctas, unidas a la coordinación de los movimientos en cada uno de los desplazamientos, conforman la base de las técnicas del Aikido, con ello se pretende mostrar una forma disciplinada en la realización de las técnicas, no dejando a la improvisación la ejecución de las mismas.

La respiración, los desplazamientos del cuerpo, la proyección, el control del centro, el movimiento circular, el fluir de la energía, la concentración, los ciclos sístole y diástole, todos ellos no son más que principios básicos de los funcionamientos del Universo .

Evidentemente el Aikido mantiene los principios y las reglas del Universo.

Una técnica realizada correctamente no solo beneficia a quien la realiza sino que colabora con el principio de igualdad entre los seres humanos, facilita el entendimiento y las relaciones humanas fortaleciendo la auto estima y el respeto.

Cuando se practica Aikido, el fin debiera ser llegar a la unificación de las energías que confluyen de ambos compañeros, los cuales al realizar las técnicas con movimientos firmes y armoniosos, buscan la efectividad a través de la armonía del movimiento y del espíritu, desechando toda agresividad.

El Aikido mostrado por Morihei Ueshiba, busca la armonía entre las personas a través de la práctica, la cual incide en la comprensión y la paciencia ya que sin ello las técnicas a estudiar resultan prácticamente inaccesibles, todo ello obliga en el cada día a desarrollar el instinto de perseverancia y humildad, los cuales junto con la práctica diaria forjan los cimientos de una sociedad evolucionada y comprensiva.

El practicante de Aikido debería forjarse como persona que busca la unión, ya que las relaciones humanas deben primar ante cualquier deseo de vencer y humillar.

Un enemigo derrotado no por ello deja de ser enemigo, mas un enemigo recuperado puede llegar a ser amigo. Por ello es necesario utilizar el respeto y la comprensión como herramientas de diálogo y no utilizar el poder de la fuerza como medio de destrucción e imposición.

Nada mejor que este pensamiento de O Sensei para expresar la filosofía del Aikido.


He comprendido que el budo no consiste en derribar al adversario por la fuerza y que no se le puede utilizar para llevar al mundo a la destrucción por medio de las armas.


El verdadero budo consiste en aceptar al Espíritu del Universo, en guardar la paz del mundo y en producir y cultivar correctamente todos los seres de la naturaleza.







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